miércoles, 23 de octubre de 2013

Girly Girl y Radical Self Love

No sé si recuerdan que hace años escribí una entrada con pequeño oso sobre ir a Do It! y sentirme completamente fuera de lugar entre las chicas con falda a la cintura y perfectamente arregladas. Y me parece increíblemente chistoso que ahora mis prendas favoritas son las faldas y los vestidos, me encanta arreglarme el pelo y maquillarme aunque sea un poco antes de salir, cuando son cosas que criticaba antes. 

¿Por qué?

En el segundo ciclo de la universidad, o al final del primero, me di cuenta de que no era feminista ni menos opresor no usar vestidos o arreglarme. 

Lo que más temía en el colegio era terminar como Maggie de "La gata sobre el tejado de zinc caliente", encerrada en un matrimonio infeliz e intrascendente. O como Nora de "Casa de muñecas", ser un accesorio por muchísimo tiempo y al final rebelarme pero haber perdido muchos años. Lo que no notaba en ese momento era el poder de Maggie; aunque pareciera víctima era una mujer increíblemente poderosa, que para el final de la obra demostró el dominio sobre su esposo y, aunque intrascendente para la sociedad, logró su meta. 

En fin, el punto era que me di cuenta de que no era menos opresor usar vestidos o faldas, porque eso era simplemente un símbolo de lo que consideraba una mujer oprimida, sin darme cuenta de que al prohibirme vestirme de cierta manera yo estaba perpetuando la misoginia y oprimiéndome sola. Al realizar la conexión falda=femenino=malo estaba prohibiéndome explorar un aspecto que, debo admitir, me encanta.

Me parece divertidísimo usar vestidos, me siento linda, me gusta pintarme, verme al espejo y decir "carajoquélindasoy". Para muchos sonará creído pero sorry not sorry, me gusto pues. Me gusta haber superado la época en la que me sentía un mono y se burlaron de mí por mi físico y haber aprendido a aceptarme (y bueno, la edad me hizo bien), y quererme un culo. Porque me siento bravaza pues, me despierto feliz de ser yo.

Es bien importante aprender a quererse y cuidarse porque eso hace que no aceptes basura de los demás, aún en los días malos. A veces cuando me sentía triste me arreglaba un montón y pensaba "Oe eres bravaza, cero tristeza" y, aunque no sea la cura de la depresión, verte bien te ayuda a sentirte bien, o por lo menos a no sentirte peor ("puta estoy triste y encima me veo horrible, todo mal", no ayuda pues).

En fin, se me ocurrió escribir esto porque estaba ordenando mis esmaltes y pensé "ala, en verdad me encanta comprar esmaltes", y me gusta haber aprendido a hacer estas cosas por mí, no para que me griten cosas en la calle, no para impresionar a nadie; no, para mí porque a mí me gusta cómo me queda.

Radical self love, amigos.

Odio ver cómo tantas mujeres se dan con látigo por sentirse horribles cuando a mí me parecen tan bonitas y odio saber que les han metido la idea en la cabeza de que tienen que ser de cierta manera y por no serlo son feas o nadie nunca las va a querer. Ala, eso es tan falso, son todas tan bonitas, no lo puedo creer. 

Obviamente no necesitan mi opinión sino creerlo solas, aprenderlo solas, e ignorar a todos los idiotas que dicen "flacas 2D" como si tuvieran algún derecho de criticar la distribución de la grasa corporal en otra persona; no flaco, no, and you're never ever ever gonna get laid porque eres un imbécil y no sabes apreciar a las mujeres por lo que son, mucho más que un cuerpo, y de todos modos, todas bellas

Ala me acuerdo de ese imbécil (porque sí, te insulto por perpetuar eso que considerabas chistoso) que escribió lo de "flacas 2D" en su Facebook y todos los hombres que lo aplaudieron, y no entiendo dos cosas:
1- Cómo tiene amigas, ¿por qué querrías ser amiga de alguien que habla así de una persona?
2- Cómo tuvo o pretende tener enamorada: Porque, flaquisha, si escribe eso sobre las mujeres y te sientes especial porque te dijo que "tú no eres como ellas", no te sientas especial, porque apenas dejes de encajar en lo que él considere "apropiado", te va a tratar con el mismo desprecio que a todas las demás, y no tiene ningún derecho a hacerlo pero como vas a dejar de sentirte digna, te vas a dejar. CORRE.

No todo está perdido. Podemos aprender, obvio. A querernos y a respetar a los demás, y a dejar de sentir que burlarnos de los demás nos hace chéveres y dejar de imponer maneras de verse a las personas, porque todos deberíamos aspirar a ser sanos y punto, en la diferencia está la belleza.

Y me gustó leerme hace 4 años y saber que, si bien cambié radicalmente en lo físico y me encanta, me divierte; lo interior permanece, y eso me gusta más:

"Yo no quiero algo artificial, algo impuesto, quiero lo de verdad y aunque no siga el plan común, aunque no lo encuentre, no me sentiré menos por eso.
Hoy me dijeron que nadie elije ser soltero, que uno elige estar con alguien o dedicarle la vida a Dios, pero no pasar la vida solo. Yo prefiero pasar la vida sola que conformarme con quien se me presente...

No necesito a alguien para sentirme completa. Y, si llego a elegir a alguien, sepan que no me conformé, que lo hice porque en esa persona encontré algo único y no porque necesitaba estar con alguien. "

 
Qué chévere era, me siento orgullosa. Ji. 

Besos para todos, abrazos para todos, gracias totales.
¡JA!

domingo, 20 de octubre de 2013

Ternurita

Ayer regresaba con Tito de pasear, cuando éste olía los últimos árboles de la calle antes de regresar a casa. De pronto, aprovechó la elasticidad de su correa y fue a oler algo a la pista. Luego, comenzó a lamer.
"Qué perrito más tonto" -pensé, pues ¿qué podría estar comiendo? ¿asfalto?

Y lamía y lamía, hasta que ya impaciente fui a ver con claridad qué era eso tan apetitoso que lamía.
Nada menos que una paloma muerta recontra aplastada pegada a la pista. ¿Y Tito? feliz.

Qué tierno mi perrito, toda una ternurita.
 


viernes, 11 de octubre de 2013

Motivación

Hace ya varios ciclos que no estoy tan motivada. Probablemente desde el segundo. ¿Por qué?
Me he preguntado esto muchas veces. Luché tanto por entrar a esa carrera, a la universidad que me encanta y a los cursos que me interesan, pero por algún motivo me cuesta muchísimo estudiar. Disfruto muchísimo más leer sobre problemas sociales y profundizar en eso, que practicar lo que me corresponde. ¿Por qué?
Recién hace unos días lo pude poner en palabras.

Cuando decidí estudiar Ambiental -por allá en el 2007- tenía una filosofía muy simple: todo lo que le pasa al hombre es culpa del hombre y podrá resolverlo solo; los animales no tienen la culpa de nada, así que debo ayudarlos.

Ahora, en algún momento del camino me di cuenta de que esto no era cierto. Sí, lo que le pasa al hombre es culpa del hombre, pero las acciones de algunos afectan a otros y las condiciones de poder son diferentes y casi siempre el poderoso no quiere hacer nada. 
Y entender esto fue duro, porque no lo veía.

Hay muchísimas desigualdades y atropellos, demasiados para concentrarme en todos. Los que más toco son los derechos LGTB y la violencia contra la mujer porque son lo que me rodea, lo que veo día a día. Lo más cercano a casa.

Me indigna saber que los pingüinos se quedan sin hogar, que estamos destrozando la única Tierra, y aún si no fuera la única, no tendríamos por qué destrozarla (ya me estoy molestando de nuevo). Y también me indigna que el valor de la mujer dependa de lo que significa para el hombre (nótese el discurso de "respétala porque podría ser tu hermana, esposa, madre", cuando debería bastar que sea para merezca tu respeto), cómo perpetuamos la discriminación con el lenguaje, cómo la gente no se toma las cosas en serio. Siempre me dicen que vivo para indignarme, pero ¿cómo no voy a sentirme así si todos los días veo esto?

El otro día me dijeron que por lo que leen aquí parece que le meto 100% a todo lo que hago, y no es verdad. Mis profesores pueden confirmarlo. Todo el día estoy pensando en lo que debo hacer para cambiar la realidad ahora, porque quiero un cambio ya. Y no es. La carrera son 5 años. El trabajo quién sabe cuántos. ¿Pero qué? Odio tener que vivir en la realidad en la que vivo por tantos años esperando a ver resultados en el futuro.

Se supone que uno nuestros problemas generacionales es que buscamos satisfacción instantánea, todo aquí y ahora sin pensar en largo plazo. Y así es como me pasa: quiero un cambio ahora. Y no tiene nada de malo querer un mundo mejor, pero también tengo que pensar en que si realmente quiero hacer un cambio debo estar preparada, leer muchísimo, sí, pero también profundizar en lo que se supone me voy a dedicar, que es lo ambiental. Difícil concentrarme en eso si quiero cambiar cosas sociales. Difícil. Y nadie dice que no pueda hacer lo otro, solo necesito estar menos en el momento y ver a largo plazo. Difícil.

Quiero corregir tantas cosas, quiero un ser humano menos egoísta, más empático, más unido con la naturaleza y los otros. Mejor. Pero no creo que lo logre siendo la alumna que pasa el curso, no lo aprende con ganas y va por el 20, 11 está bien, gracias. Tengo que ser mejor, tengo qué. Por todo lo que quiero cambiar, tengo que invertir ahora. Qué difícil.

Es fácil la motivación en lo teórico, pero al sentarme en el escritorio, ¿qué va a pasar? ¿qué evitará que me ponga a leer noticias o a pensar en todo lo que debo decir en una discusión futura? ¿qué mantendrá mi mente en el tema, en mecánica de fluidos y no la pelea contra el acoso callejero? Mi cerebro es un panconmango, todo quiero, pero todo a medias. Mal pues.

Sí pues, demasiados estímulos viniendo de todas partes, eso dijo Huxley. Imposible concentrarse en uno. Demasiados atacando todo el sistema, tanto que no puede prestar atención, centrarse. Y ahora, ¿cómo lo logro?