martes, 16 de febrero de 2016

Grammys 2016

Usualmente acierto cuando predigo quién se va a llevar mejor disco del año o en muchas de las categorías. Pero a veces me equivoco, y no elijo al que quiero que gane porque, a pesar de ser mis favoritos, no tomo suficientemente en serio mi opinión y soy muy rápida en dejarla de lado. No pensé que Arcade Fire fuera a ganar en el 2011. No pensé que Taylor Swift fuera a ganar esta noche.

A pesar de que 1989 es mi disco favorito del año pasado y uno de mis discos favoritos de la vida, preferí ir por lo aparentemente seguro y decir todo este tiempo que iba a ganar Kendrick Lamar. ¿Por qué? Porque no pensé que la academia fuera a tomársela en serio, cómo muchísimas personas no se la toman en serio. 


Kendrick Lamar lanzó un muy buen disco que trata temas actuales y controversiales en EEUU, y me gusta bastante; sin embargo, se me hace muy difícil escucharlo completo. Tiene genialidades y su presentación esta noche fue increíble (pero qué onda con tener que censurar las canciones, no censuren el arte), pero hay un buen número de canciones que salto. Aún así, eso no quita que sea un gran trabajo, muy bien producido y ejecutado. 

1989 es un disco que escucho completo, que hasta las canciones que no me gustan tanto me gustan mucho, pero no pensé que ganaría porque hay tantos ataques contra TS y su música que hasta a mí me da un poco de vergüenza defenderla a veces, que hasta me cuesta decir orgullosamente que amo su trabajo y la pienso un poco antes de confesar -sí, confesar- que la admiro muchísimo y es mi artista favorita. ¿Por qué? Porque el pop, y particularmente lo que se considera pop comercial cantado por mujeres, rara vez es tomado en serio. Peor aún si tu mayor fanbase son adolescentes. La gente ama burlarse de que escribe sobre sus experiencias, burlarse de sus expresiones y su manera de bailar, burlarse de que ha tenido relaciones fallidas y escribió sobre eso. Está loca. La gente critica lo extremadamente sensible o femenino. Es muy fácil sentirse avergonzado por sentir tanto, yo en este momento estoy luchando conmigo para no pedirle perdón a mi amigo por casi llorar en su casa cuando ganó Taylor Swift. Pedirle perdón por sentir lo que siento y ser cómo soy. Aún después de todo lo que he aprendido, aún siento la necesidad de minimizarme, de ser menos sensible. Y aún siento la necesidad de ocultar lo que rebalsa en mí y tomar la opinión "más centrada" de los demás como correcta.



Aún siento la necesidad de escribir esto y decir que Taylor Swift se merecía ganar y no ganó solo por tener el disco más vendido del año. Ganó por hacer un trabajo muy sólido, en el que cuidó cada detalle y transmitió un mensaje de descubrimiento personal de una manera hermosa, ganó porque hizo un gran trabajo y quiénes quieren restarle valor a su logro no deberían hacerlo, mucho menos si ni siquiera saben de qué están hablando, si ni siquiera se toman el trabajo de oírlo sin prejuicios.


Esto también me recuerda que debo tomarme más en serio. Que no estoy equivocada, mi opinión no es menos válida por venir de un lugar más emocional, que no tiene nada de malo que disfrute más algunas películas ligeras, que no tiene nada de malo que me encante el pop, o bailar, o usar faldas. Que mi opinión no es menos importante por eso. Puedo tener la razón y no debo dejar de lado lo que creo solo porque puede ser percibido como muy sensible y por tanto irracional. Soy un ser muy capaz, y no debo minimizarme ni dudar de mis decisiones solo porque alguien más piensa diferente. Yo también puedo tener la razón.

Es difícil vivir sin pedir disculpas, pero no debo pedir disculpas por existir, por ocupar este espacio. Me gusta que TS haya aprendido eso, lo admiro, y admiro que se defienda sin miedo, que no pida disculpas por ser ella misma.

Esta noche he sido muy feliz, he llorado por el éxito de otra persona, y de ahora en adelante lucharé más por mi propio éxito, que no alcanzaré tímidamente. Pidiendo disculpas no voy a abrir mi camino, minimizándome y tratando de no incomodar no voy a llegar a ningún lado. Yo soy este ser, sensible, y así me quiero. Así me quiero, así me quieren, y conmigo basta.