I could have done what you did: just go for my feelings for the same sex. But I didn't. I cut off contact to this person completely, I even moved to another city and denied all attempts of contacting me.
I mean it was hard, in fact I'm still thinking about this person, almost every day since six months, but I bear with it. You just have to do something in order to distract yourself, you know? Then it works. Not every day, but most the days."
Vivir en negación la llevó a este punto en el que causa tanto daño, y te preguntas ¿por qué siente que es tan necesario negar lo que siente?
Dentro de la cabeza de alguien homosexual pasan miedos que quizás los demás nunca enfrentemos y el culmen de ellos es la salida del clóset. Qué horrible que ese momento sea arrebatado por alguien que no te conoce y te quiere hacer daño. Quizás eso los lleva a la desesperación máxima; la suma de los miedos y la angustia es insoportable.
La mayoría de personas queremos enamorarnos y sentir todo lo que Sophie describió, qué mejor que ser correspondido y compartir esa paz. Pero ¿qué pasa cuando encuentras todo eso en alguien en quien por regla no deberías? ¿qué pasa cuando la atracción es innegable? ¿corres de eso o te dejas llevar?
A la mayoría de personas nos da miedo que nuestros padres y amigos no aprueben a nuestra pareja, en el momento de presentarlos pasan todo tipo de preguntas por nuestra mente ¿les caerá bien mi enamorado? ¿pensarán que no es bueno para mí?
No imaginamos preguntarnos además ¿me seguirán queriendo mis padres? ¿me botarán de la casa? ¿qué va a pensar Dios sobre mí? Y mucho menos en tu primera relación como un adolescente.
El conflicto que se presenta frente a la religión es inmenso. Creces toda tu vida con una imagen de cómo debes ser y lo que se espera de ti y de pronto te sales del molde. Y luego ves a tus líderes morales diciéndote que eres una aberración de la naturaleza y que serás castigado con el fuego eterno. Por un lado piensas "Dios, realmente no quiero ir al infierno" pero también surge un "en verdad no creo que Dios me pueda odiar por amar a uno de sus hijos si el amor es lo que te ayuda a realizarte como persona" sin embargo ¿qué pasa si los demás tienen la razón? Sigue creciendo el miedo.
La Iglesia Católica reconoce que hay gente que nace homosexual y considera que deben vivir en celibato, es un sacrificio especial que les da Dios y deben superarlo para purificar su alma; pero no parece justo que debas pasar todo tu vida solo porque estás condenado a eso desde que naciste y debas negar el deseo innato a amar. ¿Por qué no tendrías derecho a enamorarte y ser feliz? A través del amor puedes engrandecer a otra persona y hacerla mejor, ¿por qué estaría mal eso? Y aún así te queda el miedo inmenso al fuego eterno pues no puedes saber con certeza qué opina Dios.
Leí un artículo sobre lo que sucedió con Daniel Zamudio en el que culpaban a la religión por los crímenes de odio (básicamente por formar esa mentalidad) y aunque me parecía algo extremista, tenía un buen punto: el "amor a Dios" (quien sinceramente no querría esto) o seguir tan ciegamente a su Iglesia, es muchas veces lo que hace que miles de padres no puedan aceptar a sus hijos cuando les dicen la verdad. Ese quizás sea el mayor temor pues los padres, aunque personas, son también en muchos casos ídolos y la idea de decepcionarlos o recibir su odio puede ser increíblemente dolorosa.
Cuesta entender que un padre le pueda dar la espalda a su hijo, mas es necesario comprender que son personas criadas bajo otro criterio, en un mundo que hace 40 años era bastante diferente. Estoy segura de que la próxima generación tendrá más suerte.
Es fácil probar las aguas y notar qué se puede y qué no se puede mencionar y en la mayoría de las familias que conozco, esto no se puede mencionar. Siempre se puede ser valiente y hablar pero ¿qué hace un adolescente que no puede pagar sus estudios en la calle? o suponiendo que la reacción no sea tan mala, ¿qué hace en una casa en donde es ignorado, castigado sin motivo o mirado con asco, en la que se le exige ignorar sus sentimientos?
Me parece peor rechazar tus sentimientos que ser rechazado por alguien más. Lo único que se consigue con el rechazo propio es ser infeliz y quizás salir del clóset a los 50 años ya con una esposa y dos hijos, o peor aún, nunca aceptarlo y ser como Sophie, que vive enojada y realmente miserable porque siente que debe seguir un rol que le impone la sociedad.
Si no dejo en paz este tema es porque considero necesario que el rechazo hacia los homosexuales o bisexuales o simplemente la gente diferente no se perpetue. No creo que sea demasiado tarde para los adultos, espero que el amor les pueda abrir los ojos. Y sé que mi generación está a tiempo, sé que casi todos aceptamos la diversidad y consideramos valientes a quienes arriesgan todo por la persona que aman y aún más importante, por sí mismos. Es de valientes defender lo que sientes aún con el mundo en tu contra. Pero no se le puede exigir eso a un joven asustado, que siente que tiene todas las de perder si decide decir la verdad, y obviamente vive con un miedo profundísimo, por lo cual a veces ve como única salida la muerte.
Es necesario que notemos que al hacer un comentario homofóbico podemos estar haciendo más grande la carga de miedos y la culpa de nuestro hijo, nuestro hermano o nuestro mejor amigo. Y si ese sufrimiento no es tan cercano, notemos que el odio mata en todo el mundo y que nuestra ideología puede estar impulsando esas muertes.
Pido empatía, pensar un poco como la otra persona y tratar de comprender sus sentimientos, un amor no es más válido que otro, el miedo quizás sí sea más profundo. ¿Por qué seguir poniendo el mundo en contra de alguien que solo quiere ser tratado con el mismo respeto y cariño que cualquier otro?
El odio mata, tenemos que ser el cambio. No podemos seguir tolerando que niños se lancen de edificios de seis pisos porque son fastidiados, no podemos seguir empujándolos con nuestras palabras.
Antes de seguir esparciendo rumores sobre alguien, piensa en las consecuencias de eso. Piensa que estás incrementando su miedo, que lo estás empujando a confesar algo que no se siente listo para decir, que le estás quitando la oportunidad de afrontar una situación difícil bajo sus propios términos y estás cavando un hoyo de temores. Antes de burlarte de alguien o hacer un comentario insensible, piensa en que puedes estar dañando a alguien que amas, que haces sentir aislado a alguien que pensaba que contaba contigo y tu comprensión. Un poco más de empatía, un poco más de pensar en las consecuencias de nuestras palabras. Nunca conocemos la guerra interna de otra persona y no sabemos cómo la estamos afectando.
No podemos seguir siendo insensibles ante la realidad de muchas personas que son eso, igual que nosotros: personas. Y tienen miedos, sueños y un futuro. Que nuestras palabras no lo trunquen.