martes, 31 de diciembre de 2024

30 de diciem

 Antes de que se acabe, quiero inmortalizar esto:

Tienes 32 años.

Comenzaste a escribir a los 16.

A veces de olvidas de todo lo que aprendiste, pero puedes volver a leer.

Cuando comencé esto, pensé que estaría casada y con hijos a esta edad, y al verme ahora, sé que lo habría odiado. 

Escribir me hizo comenzar a conocerme, luego fue dibujar.

No sabía que existía un mundo más allá, y al mismo tiempo lo necesitaba porque me sentía como un alien viendo todo desde afuera. Era un alienígena investigando el comportamiento humano tratando de entender y tratando de camuflarme entre mis congéneres. Pasaba noches sin dormir pensando en cuándo encajaría para mí. 

Y la verdad es que nunca encajé del todo. Me uní a sus prácticas. Fumar lo hizo peor. El alcohol calmó mi cerebro. Resulta que tengo TDAH y autismo y eso era lo que no encajaba. ¡Por eso nada tenía sentido! Nunca lo había dicho hasta ahora en voz alta pero ya nadie lee esto.

Pero eso era. Recuerdo desear recordar menos. Cuando era pequeña, recordaba todo. Todas las fechas, las acciones. Y era TAN doloroso. Deseaba poder olvidar porque nadie recordaba como yo y eso me hacía sentir tan sola.

Yo sé que es mal visto pero tomar alcohol hizo que no recuerde todo. Y en verdad, por mucho que es feo no acordarse de detalles o de noches, prefiero eso. Nadie sabe cómo sufría. 

Odiaba llegar a mi cumpleaños y sentir que llevaba un año hablando sin que nadie me vea. Ni siquiera mis parejas. Nunca mis papás. Pero sí mi hermano :’)

En fin. 

Hoy lei a M. del 2010 y del 2015 y pensé: he crecido mucho y al mismo tiempo soy ella.

Construí una vida exactamente a mi medida. Y a veces pienso que no es la vida que debí tener, no tenía que salir así, ¡yo me iba a casar! Lo que más me ha costado es dejar ir mis expectativas.

Espero que M. del 2038 lea esto feliz, se siente lejano pero el 2010 fue ayer, está escrito aquí. 

Algún día escribiré de todo lo que recuerdo y que comencé a tomar para recordar menos. Ahora es un chiste que no tengo buena memoria. La gente no entiende lo a propósito que ha sido. Nadie debería recordar tanto, sobre todo cuando le pone tanto valor a todo. De alguna manera, olvidar ha sido rescatarme. Cuando pasé las pruebas de TDAH no recordaba ejemplos, pero sabía que existían. Solo no podía encontrarlos. Si algún día los necesito, están los diarios, los blogs, los tuits. Las cosas que decidí documentar. No están las cosas con las que me atormentaba porque al final, solo era importante para mí. No era serio para nadie más. 

Y ya sé por qué soy así. 

Eso no borra cómo me sentí. 

En fin. Ha sido una vida de extrema consciencia. De desear que mi cuerpo crezca para alcanzara mi mente. De ser una niña deseando ser adulta para que me tomen en serio. De decirle al psicólogo a los 10 años que quería sesiones y que me rechace porque mis papás estaban casados. Yo solo quería hablar de mi cerebro y de como todo me dolía.

Resulta que era muy buena reconociendo patrones. Soy muy buena leyendo gente. Ya sé cómo se sienten meses antes de que pase, pero no lo puedo detener. 

Recuerdo saber que me iban a terminar 5 meses antes de que pase. Y saber cómo se iba a sentir 6 meses después. Y tenia razón. 

Acabo de salir de otra relación explicándole a mi pareja por qué se portó así. Por qué es quién es y por qué se portó así hace 6 años. 

Es divertido para mí investigar a las personas. Sería millonaria si tuviera constancia, pero supongo que por eso me dieron tdah además de autismo. Ya sería demasiado poderosa. 

En fin. Si hubiera nacido hombre sería demasiado poderosa. No me importaría encontrar el amor. 

Aunque prefiero tener empatía. 

miércoles, 26 de junio de 2024

Olvido

Veo cada vez más cómo se van perdiendo los archivos de internet y me da pena que todo quede en el olvido.

Las empresas borran más de 30 años de historia porque nadie paga por ellos.
Es triste que en esta sociedad capitalista todo se reduzca a si tiene valor monetario o no. Ya las cosas no valen por ser bellas o útiles. Solo valen en dinero.

Ayer vi que borraron el archivo de Mtv que estaba disponible desde los 90s y mucha gente comentaba “había videos de mis hijos, yo salía en algunos programas, pensé que siempre estarían ahí”. Y sí, olvidamos que para las empresas nuestras vidas no son valiosas, solo lo es nuestro consumo.

Para ellos, ocupamos espacio en sus servidores. Nuestros recuerdos solo son cosas que ya no aportan valor monetario. 
Y así se borra la historia.

Los blogs son hackeados y perecen. 
MySpace borró sus servidores hasta antes del 2016 de casualidad. 
¿Cuántos recuerdos se perdieron?
¿Cuántas fotos existían solo ahí?
Personalmente, perdí todas mis fotos del 2006 al 2008 que no tenía en ningún otro lugar, salvo algunas impresiones.

Y ahora lo hacen a propósito.

Quizás no nos podemos aferrar a todo, no todo merece ser recordado.
¿Pero quién decide? ¿Cómo?

Si bien ya no escribo, crecí aquí.
Siempre vuelvo a visitar a M. chiquita. 
Tantas cosas que olvidé que sentí, y al leerlas veo que todavía existen en mí.
Nunca quiero perder este espacio, aunque no creo nunca leerlo todo de nuevo.
Pero me reconforta.
M. chiquita existe aquí y creció aquí.

Me da pena ver cómo las cosas caen en el olvido.
Eventualmente voltearemos a preguntarnos cómo llegamos aquí y no habrá evidencias.
Y nadie las habrá guardado porque “el internet es para siempre”.
Pero no. Dejamos la historia en manos de empresarios. Y ahora ellos moldean qué recordaremos.