En 2004-05 conocí demasiadas bandas (en gran parte gracias a Planeta 107.7), recuerdo mucho la música de esa época. Surgían para mí The Killers, The Rasmus, Maroon 5, Keane... Franz Ferdinand.
Estos últimos no eran muy cercanos a mi corazón, o por lo menos no tanto como otras de las bandas mencionadas.
Cuando se hizo lo suficientemente tarde, partimos. Éramos Edu, Alvaro y yo. Los convencí de ir en combi, quería ir en la S porque nunca había pasado del puente Vivanco en la S. Nos demoramos demasiado pero fue muy divertido. Justo nos subimos con una amiga de ellos y estuvieron contando anécdotas del colegio, lloramos de la risa. Mientras tanto, Boris me mandaba mensajes de lo que ocurría en el estadio: "Están tocando '40' ' con cumbia!" Por favor, S, apúrate.
Llegamos a eso de las 6.30pm, yo, toda chancona, me puse a hacer unos ejercicios de mate que tenía porque a mi profe de ICS se le ocurrió tomar un examen justo el miércoles a primera hora. Se me ocurrió hacer mi recorrido habitual a la cola (extrañamente no nos dejaban pasar), ahí me encontré a Boris y le dije "Te tomo una foto porque fácil es la última vez que te veo en todo el concierto". En la otra fila me encontré a Pia, la malvada iba a la zona más cara. Lechera. Hablamos un rato y volví a mi lugar. 45min después, abrieron. Entré corriendo para que nadie me pase y llegué a la revisión, no dijeron nada por mi cámara, bien.
Entonces vi la zona "So Much Better". Estábamos cerquísima del escenario. Se podía ver todo perfectamente. Vi a Boris al medio y me puse a su costado, mi hermano y Alvaro nos dieron el alcance. Estábamos casi pegados a la reja, perfecto.
De la nada suena el cel de Boris y contesta.
Coincidentemente escucho una voz a fácil metro y medio que dice: "Aló, ¿Boris?"
Yo pensando "Ala, qué rara coincidencia, justo el mismo nombre."
Pero no era una coincidencia, era un amigo de su mamá que también estaba ahi. Se llamaba Manuel y me cayó demasiado bien.
Esperábamos que comience y nos quedaban horas, comenzamos a hablar. Manuel había ido a demasiados conciertos. Me contó que hace como 2 años vino Animal Collective, justo antes de lanzar el Merriweather Post Pavilion, a tocar un concierto para Fundación Telefónica, gratuito y sólo para las primeras 2000 personas que asistieran. Él había sido la 1998. Casi me mato.
Estábamos un poquito atormentados porque veíamos que eran como las 8pm y el local seguía prácticamente vacío. No podía ser. Franz se tenía que llenar, nisiquiera era tan grande como para que no se llene. Lleguen público, lleguen.
Comenzaron los teloneros. Autobús ya era algo conocido, tocaron lo mismo que en The Killers y, como era de esperarse, no nos emocionaron demasiado. Es que queríamos Franz Ferdinand. Yo trataba de bailar un poco en mi sitio sólo para moverme, me dolían las rodillas un poco.
Luego entraron los de Rey Manta (¿?) que se presentaron como "la mejor banda de rock argentino". Bueno. Abrieron con una canción sobre 2 elefantes que combatían y terminaron con una sobre gatos egipcios del sol. Tenía tanto sentido.
Nosotros ya no podíamos más, parecía una burla ante nuestra paciencia, Franz Ferdinand POR FAVOR.
9pm... nada. 9.22pm... ¿ya casi? 9.30pm... por favooor. Ahí me di cuenta de que no hay nada que genere más ansias que estar en un concierto esperando a que salga el grupo principal, ya en la cuenta regresiva. Ahí se te sube todo el ánimo y comienzas a ponerte hiperactivo. Yo hacía mi baile en mi sitio, diciendo "ya salen, ya salen, ya saleeen."
Y comenzó.
Salieron y todos enloquecimos por completo. Los gritos más agudos de la vida y las primeras notas de la primera canción: "Come on Home". Definitivamente no la conocía pero eso no impidió que salte y no fue tan difícil corear el "Come on hoooome", la disfruté mucho.
Luego, una de las que yo esperaba desde que la vi en Sony: "No You Girls". Amo demasiado esa canción. Primero no la reconocí, la confundí con otra, pero cuando me ubiqué no pude dejar de cantar y todos pogueábamos, al ritmo de Alex que cantaba con nosotros "Do you ever wonder? no, no, no, no you girls never know, oh no you girls will never know, oh no you girls never know, how you make a boy feel..." estábamos demasiado empilados.
Después "Tell Her Tonight", tampoco me la sabía pero no importa. Siguió "The Dark of the Matinée" que por años ha sido mi favorita, grité, salté, grité más. Luego "The Fallen", terminó esa y empalmaron con "Do You Want To", ya todos moríamos y siguieron con "Can't Stop Feeling", definitivamente se armó el tono. Todos enloquecíamos con las canciones que no paraban, no había ni una que la baje, saltábamos, cantábamos, estábamos extasiados con cada nota.
Alex hablaba con el público de tanto en tanto, diciendo cosas como "Hola Limaaa..." y "graciaaas", clásicas de cualquier concierto. Cantó "Walk Away" y, de pronto, la canción que los lanzó a la fama, una de las más esperadas aunque yo pensé que cerrarían con esa: "Take Me Out". Iba subiendo y subiendo y el público cada vez se alocaba más, lo cual no parecía pero era posible. Luego vino "Ulysses" y, entre saltos y gritos, pensé "LaCa, fuera de las que ya tocaron sólo me sé 'This Fire'. Se me acabó mi súper repertorio de FF." Para mi suerte, no era tan difícil de seguirlos con tanto "ooooh" y "lalalalaaaa".
El concierto hasta el momento había sido bueno, nada extraordinario, eran canciones buenísimas que nos hacían saltar, pero con lo siguiente lo llevaron a otro nivel.
Vino "40' " y por la parte de la guitarra le metieron el riff de "Ya se ha muerto mi abuelo", todos enloquecimos y cantábamos "ya se ha muerto mi abuelo, ay ay ay..." aunque Alex nunca se atrevió a decirlo. Ese mash-up fue de lo mejor. Mantuvieron ese riff un buen rato, lo juntaron perfectamente con el de su canción y la terminaron entre nuestros gritos de euforia.
Siguieron con sus canciones y de pronto Nick, el guitarrista, sale. Regresa al escenario con un Napoleón (en mis palabras noob, un tambor), nadie entendía que hacía, lo alzaba sobre su cabeza y parecía un trofeo. Lo puso en un hueco que había entre el medio y el lado derecho del escenario. Luego todos rodearon ese lado y noté que habían armado como una batería, de pronto, los cuatro comenzaron a tocar percusión. Nos deleitaron con casi 4min de golpes a su batería improvisada, nosotros moríamos, la energía era increíble y no podíamos dejar de gritar al ritmo de lo que tocaban. Su coordinación era impecable, se notaba lo compenetrados que estaban como banda y su entrega hacia nosotros era total. Terminaron eso, que fue de lo mejor de la noche, y tiraron sus baquetas al público, una cayó a 1m (y una reja) de distancia. La veía tan cerca... y tan lejos. Pero no importaba, acababa de ver una de las cosas más geniales de mi vida. Entonces, salieron.
Se fueron y justo llegué a la reja. Tienen que volver, por favor. Sabía que faltaban algunas como "Jacqueline". Tienen que volver, esto es sólo el encore.
Como era de esperarse, regresaron. Me preguntaba qué podía ser mejor que lo que acababa de ver. Entraron con "Jacqueline" y Nick se había puesto como un pasamontañas con colores tipo del Tahuantinsuyo. De hecho se moría de calor, como todos. Seguíamos saltando y yo pensaba que ya no podía más, no sé de donde sacábamos fuerzas, el pogo seguía desde el comienzo del concierto. Termina esa canción y el pasamontañas va al público, algún lechero se recontra ganó con él.
Casi al final vino "This Fire", en esta canción Alex se subió encima de uno de los amplis y se puso a tocar desde ahí, le tomé todas las fotos que pude y no podía creerlo, estaba demasiado cerca. Guardé la cámara y lo vi bien, recién ahí lo procesé: Al Kapranos, ese al que había estado siguiendo en Twitter por meses, ese mismo, estaba cerquísima de mí. CER-QUÍ-SI-MA. Podía verlo perfectamente, su polo, su pelo. Increíble, por fin, Franz Ferdinand en Lima.
Terminaron con "Lucid Dreams". Al final dejaron sus guitarras y se mandaron a los teclados. Eran mucho más genios de lo que yo pensé. Mucho más genios, qué tal versatilidad. Se mandaron con electrónica y uno a uno se fueron despidiendo, Alex salió primero y le lanzaron una bandera de Perú, se la puso con orgullo y, de verdad, se la había ganado. Luego salió Nick, seguido de Bob, el bajista. Pero Paul no nos abandonaba, él seguía dándole a la batería con todas sus fuerzas, era imparable. Seguían los beats del teclado acompañados por los golpes a su instrumento. Seguían y seguían. Entonces paró.
Volvieron todos al escenario e hicieron una reverencia, extendieron la bandera y se despidieron.
Se terminó.
Todos salimos con sonrisas inmensas en nuestras caras, por todos lados se escuchaban cosas como "es el mejor concierto al que he ido".
Yo estaba demasiado feliz; el mejor, no lo sé porque todos son diferentes, pero sentía que acababa de salir de la mejor fiesta a la que he ido, que había cantado demasiado y que ahora AMABA con locura a Franz Ferdinand. Fue demasiado, demasiado, demasiado bueno.
De verdad, papis.