viernes, 15 de junio de 2012

Notas cortas de un viernes en la noche

Estoy cansadísima.
Cansadísima y feliz.

Es raro, no suelo escribir así pero quiero recordar esta noche.
Hoy me voy a dormir pensando en que mañana tengo mil cosas que hacer pero estoy feliz. 
Me voy a dormir satisfecha, sabiendo que todo salió bien, everything went better than expected.

Este día fue una locura, pintar polos desde que abrí los ojos, correr de un lado a otro recogiendo pedidos, atender gente. Y ver a algunas de mis mejores amigas, recibir abrazos lindos, ese "si eres feliz, yo soy feliz", palabras que realmente notas están llenas de amor y comprensión. Eso siempre es lindo.
Y reír, compartir al lado de personas que quiero. Eso siempre es lindo.

También es lindo cuando a la gente le gusta tu trabajo, te felicitan por lo que haces y se emocionan al recibir algo que tú hiciste, eso siempre es lindo.

Y me voy a dormir, pensando en que es un día lindo. Y quizás sueno tonta, pero así siento todo.
No se me ocurre una canción para describir esto pero siento que Thom Yorke quiere lanzar unas palabras.
No las encuentro.

Because today has been the most perfect day I've ever seen.

Quizás uno de los tantos días perfectos.

Estoy tranquila.

viernes, 1 de junio de 2012

Después de REC 3


Ayer fui a ver REC 3 y me quedé con un gran conflicto interno.

Realmente siento que no estoy lista para el fin del mundo.

A la mayoría de personas les gusta hablar sobre el apocalipsis zombie, cómo sería. Yo también disfruto de eso a veces, hasta tengo todo un plan de a dónde iría (aunque lo de la comida no lo tengo tan bien pensado). En fin.


El problema con REC 3 es que no hablamos de zombies sino poseídos, que saben dónde estás y no son tan torpes como uno quisiera.Y el hecho de que sea un castigo divino o algo simplemente relacionado con Dios es lo que me altera. 

No estoy lista.

Siento que tengo que confesarme desde hace tiempo pero no lo he hecho, me da miedo no oír lo que quiero. Yo interactúo siempre con el lado amoroso y comprensivo de Dios y siento que si voy a hablar voy a encontrar el lado que juzga sin piedad. Por lo menos así lo siento cuando hablo con mi madre, "así o de ninguna manera, así o infierno". Siento que hasta que no encuentre a alguien que comprenda y no juzgue, no estaré lista para el fin del mundo. Realmente no quiero ir al infierno.


Y por eso me asusta el apocalipsis, 2012, zombies everywhere; no me siento lista para morir y afrontar el juicio.


Realmente no creo que el apocalipsis se daría así. El verdadero reto de la vida es ser una persona buena y constante por 80 años, despertarte todos los días y saber que quieres hacer las cosas bien, que puedes resistir las tentaciones tanto a los 20 como a los 50. Esa es la verdadera prueba de Dios, darte toda una vida para cagarla y arreglarla y malograrlo todo de nuevo pero siempre volver al camino correcto. Es una prueba larga y cansada, pero no te van a exigir nada menos. Y eso es lo que finalmente te lleva a un juicio. Es demasiado fácil redimirte en un apocalipsis zombie cuando ya estás viendo tu muerte. 

Siento que estamos ante una crisis de valores inmensa. Me es imposible pensar otra cosa cuando leo de niños de 12 años suicidándose porque los bullean en el colegio otros niños que no tienen piedad. Me es imposible pensar en otra cosa cuando veo cómo algunas personas están dispuestas a contaminar y perjudicar poblaciones enteras solo para que ellos como individuos puedan tener más dinero. ¿De qué te sirve tanto dinero? Realmente no puedo entender esa ambición. 

Me gusta pensar en Dios en su eterna misericordia y amor, enseñándonos a querer y a querer hacer el mundo un lugar mejor. No me gusta la idea de "¡Todos serán castigados por sus acciones!" Aunque sí, habrá un juicio. Nadie sabe cuándo será el apocalipsis pero de todos modos cada uno llegará al fin a su manera. 
Y obviamente toda acción debe traer una consecuencia, pero siento que muchas veces juzgamos con demasiada fuerza cosas que no son malas y la gente que realmente causa mal es idolatrada o es pasada por agua tibia.

Al final, lo único que puedo hacer es tratar de estar lista para lo que venga, siempre.