lunes, 13 de enero de 2014

La crisis de las estrellas de mar

Hace no mucho fui a la playa con unas amigas y viví la siguiente experiencia:

Estábamos en Punta Hermosa buscando una pocita donde se pudiera nadar con tranquilidad, por lo cual nos alejamos del grupo grande de gente. En el camino a dicha poza -que no encontramos- vimos a unas señoras sacando estrellas de mar del agua. Mi reacción inicial fue molestarme, pero noté que eran trabajadoras domésticas y asumí que quizás necesitaban el dinero extra que obtendrían al venderlas, por lo cual decidí no actuar; así que seguimos caminando y fuimos a tomar sol un poco más lejos. 

De regreso, noté que las señoras seguían sacando estrellas, ahora inmensas y de más adentro, y que ahora las acompañaban dos señoras que obviamente eran sus jefas y parecían estar guiándolas, y niños, hijos de sus jefas. Entonces bajamos a ese pedacito de playa.

Nos acercamos a observar. Tenían aproximadamente 25 estrellas, algunas bastante grandes, sobre una roca y no sé cuántas más en un balde ya lleno. Los niños tenían más en sus manos y las trabajadoras también, y las estaban limpiando con un rastrillo, lo cual significaba raspar sus "pies" y como consecuencia evitar que puedan adherirse a una roca posteriormente. Era una masacre.

No pude más y tuve que hablarles:
-"Perdón, ¿qué están haciendo con las estrellas?"
Fui ignorada.
-"¿Para qué están cogiendo las estrellas?"- insistí.
-"Para decorar."- me respondió una trabajadora.
-"Lo que están haciendo está mal, están sacando todas las estrellas del mar y ellas son parte de un ecosistema que están desequilibrando."
Se quedaron algo aturdidas y me permitieron comenzar a regresarlas al mar. Conociéndome, traté de decirles un poco más sobre las estrellas de mar y su importancia, esforzándome por ser menos agresiva.

Entonces se me acercó una de las jefas, una señora de más o menos 35 años y se notaba que pudiente.
-"¿Por qué sería diferente sacar las estrellas del mar que los peces?"- preguntó en tono retador
-"Porque los peces los estás matando para nutrirte, mientras que a las estrellas las estás matando porque se ven bonitas. Además, las están sacando de forma desmesurada. Ustedes vienen a esta playa a disfrutar del mar y el paisaje, no a alterarlo. Deberían respetarlo y sentirse agradecidos por estar acá."
-"Pero no tiene nada de malo llevarse las estrellas a la casa, total están muertas."
-"No tendría nada de malo si se llevaran solo las muertas, pero muchas de las que se están llevando están vivas y cumplen con un rol."
Se fue.

A partir de esto, todos comenzamos a regresar las estrellas vivas al mar, que regresó para llevárselas, y estas personas se fueron.

Yo me quedé realmente alterada. Me metí al mar a pegar las estrellas en las rocas y tratar de calmarme. No podía contener la impotencia que me dan las personas que creen que por ser humanos pueden hacer lo que les da la gana con el ambiente. No podía entender porqué querrías tomar algo tan bello como una estrella y sacarla de su casa y matarla. Matarla, porque eso haces. Son las mismas personas que se creen con derecho a todo y tiran su basura en la playa, o no recogen la que encuentran porque alguien más se encargará de ello, y sienten que todo está para servirlos y nada nunca se va a acabar y de acabarse no es su problema ni su culpa. Yo no podía más con mi rabia y mi tristeza, porque sé que estas personas tienen más poder del que merecen. 

Al rato, regresó la señora jefa de las demás. Yo por fin había podido tranquilizarme un poco y me había echado, y ella se acercó a hablarme.
-"Lo que has hecho está mal, has humillado a mis empleadas."
-"Reconozco que a veces me exalto cuando se trata de estos temas y pido que les extienda mis disculpas si las he ofendido."
-"Está bien porque eres joven, pero ten cuidado. Yo cuido el ambiente y sé que ellas no entienden porque no tienen educación, por eso se les tiene que enseñar de otra manera. Yo iba les estaba dejando hacerlo pero luego las iba a parar y las iba a educar. También le enseño a mis hijos a respetar a los animales."

En ese momento tuve demasiadas ganas de decirle "YA HUEVONA. Seguro les ibas a decir que está mal cuando tuvieras 50 estrellas en tu casa para decorar y no quedara ninguna en esta zona. Y seguro respetas a los animales cuando me dijiste que era lo mismo llevarte un pez para comer que una estrella para decorar. Seguro es lo mismo recoger un perro de la calle y colgarlo en tu pared que alimentar a tu familia con un pollo. Ya huevona."

Pero me contuve. Solo le dije "Sí, la próxima vez les hablaré mejor", cuando en realidad mi problema era ella.

No podía más. Sabía que había regresado a lavarse las manos y quedar como la empleadora responsable social y ambientalmente, y que en su cabeza creía firmemente que había actuado bien y me había puesto en mi lugar. Aún pienso en lo que me dijo y reconozco que en parte tiene razón: soy pésima para educar. Tuve que estar demasiado conciente de todo lo que decía, porque en mi cabeza solo quería gritarle a todos y sabía que esa no era la solución, y aún tratando de hacer bien las cosas las hice a medias. Sé que todavía me falta mucho por recorrer. Pero qué rabia sentí de todos modos.

La lección a rescatar de esto es: por favor respeten la Tierra. Respeten el equilibrio natural de las cosas, no lo alteren solo porque pueden. Tienen un deber con la Tierra como habitantes, dense cuenta del mal que ya le hacemos, esfuércense por ser mejores y recojan la basura aunque no sea suya, no se lleven a los seres silvestres de la playa ni ningún otro lado, respeten. Respeten, por favor.

Y para mí: llevar Educación Ambiental es prioritario. Y aprender a comunicar mis ideas sin tratar mal a las personas. Y no querer pegarle a todos. Eso.

1 comentario:

Cesar dijo...

:) pegarle a todos, te entiendo muy bien, tambien he sentido esas ganas a veces cuando veo la gente que arroja basura donde sea, entiendo que son gente sin educacion y que fueron criados por gente asi, es como un circulo vicioso que se ve mucho en la capital y debe parar de una vez con mas campañas que concientizen o con nuevas leyes que sancionen severamente a ls personas por dañar el medio ambiente, bueno te felicito por haber salvado esas estrellas, tuviste el valor de hacerte escuchar (aunque te falto un poquito con la "señora" esa)y devolver a la vida a esas criaturitas marinas, si en el mundo hubieran mas personas como tu que diferente serian las cosas. A muchos lamentablemente demasiados les falta aprender a valorar la vida de los demas seres con los que compartimos este mundo muchos de los cuales estan presentes aqui desde antes que nosotros mismos.