En la orilla del mar

Este año nuevo, de nuevo, estoy en Ancón.

Y básicamente me siento igual que el año pasado.

Cuando me siento impotente o frustrada o nada más quiero liberar energía, lo mejor para mí es la música.
Hoy me sentí todas las anteriores.
Por eso le dije a mis amigas que bajaría a la orilla, cogí el iPod, puse el The Suburbs y comenzó el viaje.

Lo que más disfruto es sentir, el tacto debe ser mi sentido favorito. El mar estaba helado, pero quería sentirlo en mis pies. Me encanta cómo se mete la arena entre mis dedos. Sentir cada ola contra mi cuerpo es genial. Afrontar la inmensidad del mar así, hace que todo lo malo que siento parezca insignificante.

The Suburbs me gusta, pero la única razón por la que de verdad escucho esa canción es porque se une al final con Ready to Start y ese cambio me la sube demasiado. Estaba bailando en el agua y terminó The Suburbs, entonces comencé a correr con todas mis fuerzas al ritmo de Ready to Start, corriendo y corriendo como si nada malo me pudiera alcanzar, mis pies se hundían ligeramente en la arena mientras el mar me golpeaba pero yo era más fuerte que todo eso, yo podía correr y correr, correr y saltar y bailar y mover el agua a mi alrededor.

Sentir de verdad la música debe ser una de las mejores cosas que existe. La emoción que te puede brindar la voz del cantante, cada instrumento uniéndose formando un sonido perfecto, tu propia voz cantando horrible pero no importa porque solo sientes, es liberador. Ese disco me parece genial porque siempre, siempre, es preciso. Me encanta el Funeral, pero el sentimiento es muy específico. En cambio, al The Suburbs siempre le puedo imprimir lo que siento.

Seguí cantando y corriendo y saltando, pero no todas las canciones son tan alegres. Sprawl I es una canción que suelo obviar, la II es mi favorita de todo el disco, pero la I es un poco deprimente. Esta vez no quise saltarla. Y arrastraba mi pie por la arena formando surcos, cantaba "It was the loneliest day of my life, you're talking at me but I'm still far away..." en ese momento me rendí ante la emoción, quería sentir más el mar, más que con mis pies y me puse de rodillas, esperando que las olas me mojen un poco y cantando.

Terminó la canción, lo mejor era saber que seguía Sprawl II, ponerme de pie y levantar los brazos, seguir pateando el agua y corriendo. Pero me detuvieron. Un grupo de personas de una promoción más me vieron y se asustaron y comenzaron a hablarme, yo solo quería cantar. Era mi canción favorita y me la estaba perdiendo. Hasta que terminaron de hablar, me había perdido la mitad. Les expliqué que escuchaba un disco que me gustaba mucho y se fueron. Pero hubo un comentario, después de la explicación, que sí me fastidio: "No lo vuelvas a hacer, no es normal." No espero que todos entiendan lo mucho que te puede conmover una canción, pero ese tipo de comentarios, pensar que tengo que adecuar mis acciones, limitar mis sentimientos y mi forma de expresarlos simplemente para no incomodar a los demás, porque no es normal, me parece horrible. Qué feo que todos tengamos que seguir un molde para agradar y encajar. No me parece y no lo haré.

La verdad es que no me interesa pasar mi año nuevo tomando con mis amigos, ni saltando ni gritando. Quizás más tarde sí tenga ganas de que sea así y pase así las 12 y no estaré fingiendo ni nada. Pero en este momento me siento exactamente igual que el año pasado, en una playa deseando poder ver a alguien más, exactamente la misma persona que quería ver el año pasado. Si terminas el año sintiéndote igual que cuando comenzaste ¿avanzaste en algo?
Quedan 23 horas para avanzar.